¿Para qué sirve el amoniaco en la limpieza del hogar? Se trata de un potente desengrasante que mezclado con agua es capaz de eliminar la cal, los malos olores e incluso manchas difíciles de quitar. Tu hogar siempre estará limpio, desinfectado y brillante.
Su bajo coste es algo importante a destacar pero también, la importancia de no mezclarlo con legía ya que, se produce una reacción química bastante tóxica. Si tienes niños pequeños o mascotas que pasan mucho tiempo en el suelo y se llevan cosas a la boca, tenlo en cuenta.
Recomendaciones antes del uso.
Antes de usarlo debes de tener en cuenta estos cuatro puntos:
- Que tu casa esté ventilada debido a que desprende un olor muy fuerte.
- Es recomendable el uso de guantes porque es una sustancia corrosiva y puede dañar la piel.
- Utiliza la cantidad de amoniaco exacta.
- Y como hemos comentado anteriormente, no lo mezcles con lejía puesto que genera cloramina, una sustancia muy dañina para pulmones y ojos.
Usos más habituales.
Desengrasante
Las grasas más difíciles y manchas de la encimera, campana, horno, fogones, vitrocerámicas, azulejos, cerámica, etc., pueden ser eliminadas gracias a esta sustancia. Es una gran solución cuando tenemos que limpiar el horno de restos de comida que se han quedado pegados y quemados en el interior.
Desinfectante
Puede eliminar bacterias, moho y otros organismos aunque en este punto es mejor el uso de lejía.
Elimina los malos olores
Puede eliminar aquellos malos olores que se generan en la ropa y las toallas. El uso es simple, añades un chorrito de amoniaco en el ciclo de lavado y, cuando la colada esté lista podrás comprobar cómo el mal olor ha desaparecido.
También elimina el mal olor de los electrodomésticos. En el caso de la lavadora, puedes añadir un tapón de amoniaco en el ciclo de lavado y volverás a tener la lavadora como nueva.
Manchas de las alfombras o moqueta
El amoniaco puede eliminar casi cualquier mancha. En este caso, hay que preparar una mezcla entre detergente amoniacal y agua, después pulveriza la mancha y frota con un paño hasta que la mancha desaparezca. Por último, pon la alfombra al sol o en un lugar ventilado.
Limpieza de tapicería
Con esta sustancia podrás limpiar zonas tan complicadas como la tapicería o el salpicadero de tu coche. En un pulverizador echa un tapón de amoniaco perfumado y llénalo de agua. Echa esta mezcla sobre las marchas y frota con la ayuda de una bayeta o un cepillo.
Limpieza de bronce, cobre y plata
Con una disolución de amoniaco con agua, aproximadamente un tapón más un litro de agua tibia o fría podrás limpiar tus objetos. Hay que humedecer una bayeta de fibra y limpiarlos hasta que tengan brillo. En el caso de objetos de plata, hay que limpiarlos lo más rápido posible.
Limpieza de cristales
Cogemos un paño de microfibra y frotamos sobre las manchas más duras. Es fácil quitar manchas y huellas con el amoniaco y, los resultados son inmediatos.
Limpieza de baños
Si tienes moho en las juntas de los azulejos o bañera ya tienes la solución. En un pulverizador echa un tapón de amoniaco y llena el resto de agua. Pulveriza en los sitios donde esté localizado el moho y deja actuar el producto unos minutos, posteriormente pasa una esponja o trapo y aclara con agua fría.
Procura tener ventilación en el baño cuando apliques esta fórmula.
Limpieza de calzado
También es ideal para aquellos calzados que no se puedan lavar. Por ello, podemos usar una mezcla de amoníaco, agua y jabón y, frotamos con ella los zapatos.
Después de todos estos trucos, te recordamos que en Doncel vendemos este producto, pudiendo adquirirlo con las máximas garantías para su uso.
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